Solo cabe decir que mi peripecia vital es irrelevante, además de lastimosa y lacerante. Tan ávido en acumular despropósitos como codicio en el error, gustosamente hubiese desertado de mí mismo pero me lo impiden mis acreedores, empeñados en hacerme trabajar hasta saldar las deudas que me procura el malhadado azar.
Hago mi camino con plomo en los pies, serrín en la cabeza y herrumbre en el corazón. Soy uno de los tipos más estúpidos que conozco, el más imbécil sin duda de los que he tratado a fondo aunque el reconocerlo aminore quizás mi estulticia, como queda disminuida la cobardía ahogada por la risa cuando el pusilánime enseña sus calzoncillos estampados de caguerilla. El úfanico acontecimiento digno de ser contado de mi inexistencia vital, que no recuerde nítidamente, es que nací un veintinueve de agosto y que aquel día no nevaba.
En realidad mi biografía es muy irrelevante, solo recuerdo que nací en Pamplona el 29 de Agosto de 1961, bueno yo no lo recuerdo pero lo dice mi partida de nacimiento y las partidas de nacimiento no suelen mentir. Estudie derecho, amo la filosofía y la literatura, soy pianista amateur, funcionario, acordeonista, tengo una huerta, practico la medicina china, en la comedia de la vida interpreto el papel de triste, en definitiva como dicen en mi pueblo catorce oficios quince miserias. Quizás la única cosa en la que me he especializado a lo largo de mi vida es en el desatino, en eso destaco mucho y voy a juego con España que es “una unidad de desatino en lo universal” por mucho que el dictador Franco nos engaño con aquello de unidad de destino en lo universal.
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Biografía
Solo cabe decir que mi peripecia vital es irrelevante, además de lastimosa y lacerante. Tan ávido en acumular despropósitos como codicio en el error, gustosamente hubiese desertado de mí mismo pero me lo impiden mis acreedores, empeñados en hacerme trabajar hasta saldar las deudas que me procura el malhadado azar.
Hago mi camino con plomo en los pies, serrín en la cabeza y herrumbre en el corazón. Soy uno de los tipos más estúpidos que conozco, el más imbécil sin duda de los que he tratado a fondo aunque el reconocerlo aminore quizás mi estulticia, como queda disminuida la cobardía ahogada por la risa cuando el pusilánime enseña sus calzoncillos estampados de caguerilla. El úfanico acontecimiento digno de ser contado de mi inexistencia vital, que no recuerde nítidamente, es que nací un veintinueve de agosto y que aquel día no nevaba.
En realidad mi biografía es muy irrelevante, solo recuerdo que nací en Pamplona el 29 de Agosto de 1961, bueno yo no lo recuerdo pero lo dice mi partida de nacimiento y las partidas de nacimiento no suelen mentir. Estudie derecho, amo la filosofía y la literatura, soy pianista amateur, funcionario, acordeonista, tengo una huerta, practico la medicina china, en la comedia de la vida interpreto el papel de triste, en definitiva como dicen en mi pueblo catorce oficios quince miserias. Quizás la única cosa en la que me he especializado a lo largo de mi vida es en el desatino, en eso destaco mucho y voy a juego con España que es “una unidad de desatino en lo universal” por mucho que el dictador Franco nos engaño con aquello de unidad de destino en lo universal.